El SÍ de las Camareras

Las camareras han sido elegidas nada menos que para ser servidoras de la Madre de Dios, Reina y Soberana de todo lo creado. 

Así como por el SÍ de la Santísima Virgen se encarnó nuestro Salvador, el SÍ como camareras consiste en: 

Oírla: A través de la oración y meditación de la palabra de Dios, el rezo del Santo Rosario y sobre todo en la cercanía con su Hijo en la Eucaristía. 

Imitarla: En el amor al prójimo, en el espíritu de servicio, en la sencillez, en la humildad, y sobre todo aceptando la voluntad divina. 

Darla a conocer: Trabajando por ella en la difusión de la gratitud y el amor que se le deben: Asistiendo a su Novena, su Procesión, llevando el escapulario con respeto y testimoniando que con él vestimos el hábito de María. 

Amar a Jesús: En el mismo espíritu en el cual María lo adora como Señor y lo contempla como Hijo. 

El objetivo es que "Al ser honrada la Madre, sea mejor conocido, amado, glorificado el Hijo, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos" (L.G.66).


Compromisos

· En lo posible, la Camarera debiera participar en la misa semanal que se celebra en la Parroquia El Sagrario, Santuario de Nuestra Señora del Carmen, entrando por la Catedral, los días miércoles a las 11:00 hrs. La misa se ofrece por las intenciones de la Iglesia, de la Patria, las camareras recientemente fallecidas, coronas de caridad, nuevos matrimonios, etc.

· La camarera participará en la novena de la Virgen del Carmen, rezándola en familia o en su lugar de trabajo, o si le es posible, viniendo a la Iglesia El Sagrario donde se reza entre el 8 y el 16 de julio de cada año. 

· Siendo la Procesión del Carmen la principal actividad de la Cofradía, la Camarera participará en ella, ya que este es el único acto de fe pública que se realiza por las calles de Santiago. Esta procesión se realiza el Día de la Oración por Chile, señalado por el Episcopado Nacional, para el último domingo de septiembre de cada año. Esta tradición se mantiene desde el año 1678 ininterrumpidamente. 

· La camarera deberá difundir la devoción a la Santísima Virgen del Carmen en el medio donde esté, entre quienes la rodean y, especialmente, entre sus familias.