Imposición del Escapulario a 100 abuelitas de la Fundación Las Rosas

Sábado 07 de Junio, 2014

Con una fe y gratitud extraordinaria 100 abuelitas del Hogar 21, San Carlos de la Fundación las Rosas, recibieron la visita de la Virgen del Carmen y la debida imposición del escapulario para cada una de ellas. Presentamos el testimonio directo de las religiosas que quisieron relatar en primera persona la gratitud y alegría de esta visita.

Nuestra Madre Fundadora Teresa de la Cruz nos invita a mirar a María como Madre, a quien hemos de amar, seguir e imitar; es por eso que con un corazón agradecido a Dios por Ella, nuestro Hogar San Carlos por iniciativa de  una Camarera de la Virgen, tuvo el honor y la gracia de recibir y tener entre nosotras del 12 al 20 de Mayo a María Peregrina bajo la advocación de nuestra Señora del Carmen, Patrona de Chile, siendo esta una alegría inmensa para nosotras Religiosas Canonesas de la Cruz, personal que labora en este Hogar y cada abuelita que no sólo elevo cantos y plegarias a la Madre de Dios, sino también abrió su corazón y demostró respeto, amor y veneración por tan santa Madre.

 

Fueron días llenos de alegría que comenzaron desde el anuncio de la llegada de nuestra Madre al Hogar y posterior recibimiento en procesión solemne en la Capilla del Hogar hecha por el Padre José Rodríguez (Sacerdote Redentorista y Capellán de este Hogar), acompañado de las Residentes y Religiosas.

 

El día 13 fecha en que recordamos la aparición de la Virgen en Fátima, se realizó la Eucaristía solemne precedida por nuestro Capellán y esta vez acompañados por las Religiosas, Administrativos, Auxiliares, Voluntarios que generosamente dan su vida y su tiempo y por nuestras abuelitas que estaban aún más felices porque recibieron con devoción luego de la explicación y preparación debida el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen, confiando en la Promesa que de ella se desprende.

 

Cabe recalcar que nuestro Hogar cuenta con casi 100 abuelitas en un 30% dependientes severas y el 70% dependientes y en su mayoría en silla de ruedas; por eso que aquellas que no pudieron asistir a  la celebración Eucarística recibieron también en otro momento el Escapulario en sus respectivas piezas.

 

Los días posteriores a esta Eucaristía nuestra Madre la Virgen se quedó en nuestra casa Religiosa donde desde un lugar especial su mirada nos acompañaba y animaba a seguir siendo fieles a su Hijo Jesús.

 

Durante el día ella como buena Madre sale al encuentro de sus hijos y así también lo quiso hacer con cada abuelita valente y no valente; María Santísima del Carmen recorrió las 12 piezas de este hogar, caminó cama a cama junto a cada abuelita recibiendo de ellas muestras de cariño y gratitud, surgiendo espontáneamente abrazos, besos, oraciones, cantos, alegrías y también lágrimas que estamos seguras nuestra Madre las supo recibir con amor y presentarlas a su Hijo querido.

 

EL último  día de nuestra Madre en medio de nosotros tuvimos la celebración y el rezo del Santo Rosario lleno de símbolos, ofrecimientos y súplicas a la Madre de Dios; pidiendo por la Iglesia y el Santo Padre, por los miembros de esta gran Fundación las Rosas, por todas aquellas personas que siguen difundiendo la devoción a nuestra Madre la Virgen del Carmen, por las familias, por todos nuestros hermanos que sufren en el cuerpo y el espíritu y para que reine en el mundo y en nuestra Patria la paz, la esperanza y el amor.

 

No podemos imaginarnos cuanta alegría habrá habido en el cielo y cuan feliz habrá estado el corazón de nuestra Madre la Virgen en todos estos días junto a nosotros, con tantas muestras de gratitud y amor por parte del personal y de manera especial por parte de cada abuelita; lo que si estamos seguras es que ella es para cada uno  de nosotros Madre, Amiga y Modelo de perfección evangélica y lo poco o mucho que hemos podido ofrecerle lo ha recibido con amor.

 

Gracias Madre Santa; gracias, Santísima Virgen del Carmen; has dejado en nuestros corazones mucho amor, paz y alegría, sigue derramando sobre este Hogar luces y gracias necesarias para que cada día crezcamos en amor, unidad, caridad, santidad y te pedimos que tengas bajo tu santo manto a cada abuelita de este tu  Hogar 21 “San Carlos” donde eres Tú la Reina y Señora de nuestros corazones.