Reflexiones para Vivir el Mes de María

Jueves 08 de Noviembre, 2012

Al dar inicio al Mes de María, el pbro. Javier Manterola, hermano mayor de la Cofradía del Carmen, dictó el retiro "Camareras: "Descansa, no te apresures"". A continuación las principales reflexiones que nos pueden ayudar a vivir este período de reflexión.

La Santísima Virgen es la servidora de Dios, de su Hijo y de nosotros.

¿Cómo lo hace?

1. Sale a ver a su prima Santa Isabel, a cumplir un deber de pariente cuya prima está encinta de seis meses.
Es anciana. Recorre más de 150 kilómetros y se queda con ella tres meses hasta que nace San Juan Bautista. Luego regresa a Nazareth. Sirve al compartir y proclamar lo que tiene dentro, al Salvador.

2. Sirve como esposa a San José.
Eran pobres, su Hijo perseguido los hace escapar a Egipto. Imaginemos la vida
de este matrimonio joven con un Niñito pequeño en un país extraño. Su servicio
es de una esposa fiel, humilde, cariñosa, que comparte con su esposo todas las
durezas del camino y las dificultades económicas. Sirve animándolo con la fuerza del Espíritu del cual estaba llena.

3. Sirve como dueña de casa, esposa y madre muy normal de una casa en Nazareth.
La podemos imaginar en las cocina, yendo a la Sinagoga con las otras mujeres del pueblo, meditando las Escrituras junto a San José y a Jesús en su casita, haciendo las cosas de la casa, yendo a buscar el agua, ... Sirve como la mujer fuerte, dulce, femenina que está llena de Dios y que por eso contagia alegría y serenidad.

4. Sirve a Cristo acompañándolo en su ministerio público, con su adhesión incondicional, le pide un favor en Caná, lo acompaña desde lejos, lo sigue cuando puede en medio de la gente. Su servicio es de la Discípula que lo escucha y guarda en su Corazón todo lo que hace o dice.

5. Sirve a Cristo dándole su cercanía incondicional en Jerusalén, a la hora del juicio, de la Pasión, de la Cruz y de la espera... Servicio de la compañía en dolor a quien más ama.

6. Sirve a los Apóstoles reuniéndolos en oración en Jerusalén y animando su esperanza. Su servicio es que brota de la fe. Reza con ellos hasta Pentecostés.

CAMARERAS:

¡No se agoten!. Hagan como la Santísima Virgen: lo normal pero llenas de Dios. Han sido llamadas
por Él a ser como Ella. Entra a su cámara, a su habitación, a lo más íntimo de
Ella, tienes derecho porque Ella misma te eligió. Descansa ahí. Ponte a sus pies, en su presencia. No te apures tanto. Ella sabe que tienes mucho que hacer, pero ¿no es acaso tu madre? Rézale con normalidad, con renovado ardor. Dale unos largos minutos para que descanses con Ella.

¿Cómo han de servir las camareras en este tiempo de fin de año?

Ustedes están llenas de trabajo: la casa, los niños, exámenes, un enfermo, el marido, los problemas económicos, muchas trabajan fuera de la casa, y además... graduaciones, matrimonios, fiestas, etc. Haz lo habitual. Nada más, pero con Ella. Reza. Que tu oración sea descansar en Ella y en Dios.