Primera cofradía del Carmen en Chile celebró sus 377 años de vida

La devoción a la Virgen del Carmen, reina y patrona de Chile desde su independencia liderada por Bernardo O´Higgins, se remonta hacia mediados del siglo XVII cuando Felipe IV, gran devoto mariano, dispuso que cada ciudad americana tomara una advocación mariana. Esta disposición impulsó un despliegue de procesiones y carnavales religiosos en América que contribuyeron a evangelizar a la población americana y difundir la religión católica.

Las congregaciones fueron los responsables de difundir estas distintas advocaciones marianas. Así, mientras los jesuitas promovieron la devoción de la Virgen del Loreto, fueron los agustinos quienes hacia 1595 introdujeron el amor a la carmelita, tan consolidada en el pueblo español. Así lo relata la historiadora Miriam Duchens en su libro “La Virgen del Carmen en Chile, historia y devoción”.

Las cofradías fueron proliferando como una manera de extender este culto mariano impulsado por la monarquía española. La devoción a la patrona de Chile tuvo un fuerte impulso cuando a mediados del siglo XVII  el padre general de la orden de los carmelitas autorizó  que en los lugares donde no hubiera conventos carmelitanos pudiesen bendecir e imponer el escapulario de la Virgen del Carmen.  

Las primeras carmelitas descalzas llegaron a nuestro país en 1690, Sin embargo, la devoción carmelitana ya tenía puesta sus semillas en este territorio. En 1642 llegó a Penco, Concepción, la primera imagen de la Virgen del Carmen venerada en nuestro país. Esta fue un obsequio a la iglesia parroquial del convento de los agustinos realizado por el gobernador Francisco López de Zúñiga, Marqués de Baides, quien el 15 de abril del siguiente año fundó en la misma localidad la primera Cofradía del Carmen, la que él mismo presidió. Dicha imagen se conserva hasta hoy en la Iglesia de la orden en Concepción.

Esta devoción se radicó muy fuerte también al norte de la V región, cuando producto de una extensa donación de terreno en el valle de Longotoma a los agustinos, éstos arribaron a esa zona extendiendo el amor a la carmelita. La orden solicitó a España les enviaran una imagen de la Virgen del Carmen en 1654 la que está instalada desde entonces en la capilla de La Placilla de la Ligua.

En los conventos agustinos de Quillota (1728), Valparaíso (1730) y Talca (1758) se formaron otras cofradías devotas de la chinita en nuestro país. El fortalecimiento de la devoción carmelitana se vio consolidado cuando otras iglesias que no pertenecían a la orden agustina también formaron sus propias cofradías del Carmen.  

Cofradía Nacional del Carmen

En Santiago la devoción y formación de una cofradía en torno a la Virgen del Carmen comenzó a tener sus primeras señales en 1617 cuando los religiosos de San Juan de Dios, que profesaban la regla de San Agustín, se hicieron cargo del centro de salud fundada con su mismo nombre. En 1678 ellos crearon la primera cofradía del Carmen de la capital, impulsados por los mismos enfermos que deseaban llevar el escapulario y recibir los beneficios y gracias que le prometió la Virgen a San Simón Stock en el Montecarmelo en 1251.

Esta primera cofradía capitalina y segunda a nivel nacional funcionó durante mucho tiempo en la iglesia del mismo hospital hasta 1803, cuando se instaló en la Iglesia de las Monjas Claras situada en la actual Alameda, frente a la Iglesia de San Francisco.

Ahora bien el 16 de julio de 1678 los mismos religiosos realizaron la primera procesión dedicada a la Virgen del Carmen de la cual se tiene información. Desde entonces cada año salía un grupo de fieles caminando desde la Iglesia de San Agustín hasta la Plaza de Armas, transformándose en una concurrida festividad religiosa que se ha mantenido hasta hoy ininterrumpidamente.  

La existencia de la cofradía nacional del Carmen fue ratificada en 1828 por el Papa Pio XII, fecha desde la cual gozó de todos los privilegios, gracias e indulgencias de todas las cofradías del mundo que se congregaban en la Archicofradía del Carmen de Roma.

Cofradías del Carmen hoy unidas en un itinerario común

En 2018 se realizó el primer encuentro nacional de directivas de cofradías carmelitanas, de bailes religiosos de la Virgen del Carmen y de equipos pastorales de santuarios carmelitanos de Chile. Esto luego de la visita del Papa Francisco a nuestro país en enero del 2018, la que tuvo una importante connotación carmelitana en las 3 ciudades que visitó el pontífice.

Este encuentro, organizado por el p. Yuliano Viveros, secretario general de la organización de agustinos de América Latina, se realizó en Concepción y contó con la participación de las directivas de las cofradías de Punta Arenas, Coyhaique, Concepción-Penco-Talcahuano, Curicó, Santiago, Maipú e Iquique.

Uno de los grandes frutos de este encuentro fue reconocer la fuerza de esta devoción en varios lugares para así poder iniciar un proceso de comunión y revitalización de estas Cofradías contribuyendo a la comunión y revitalización de la Iglesia que peregrina en Chile, como señaló este sacerdote agustino en un documento elaborado post encuentro. El objetivo desprendido de aquel encuentro es ir preparando el camino, con distintas manifestaciones de amor y devoción a la nuestra Madre la Santísima Virgen María en la advocación del Carmen, con miras a celebrar el primer centenario de la Coronación de la Virgen del Carmen como reina de Chile el 19 de diciembre de 2026.